El cafe

Nicanor se sento en la mesa de la ventana esa mañana aun cuando sintiese que cualquier cambio en su rutina incluso el mas minimo podria ponerlo en peligro. Se abstrajo finalmente de sus pensamientos infundadamente paranoicos y espero a que la mesera le dijese buen dia y le preguntara que iba a tomar. Traia puesto un pantalon de jean, una camisa arrugada pero limpia que le hacia picar el cuerpo y lo ponia de mal humor, zapatos negros y colgando pesadamente sobre su cuello, una resaca que le hacia entrecerrar los ojos frente a aquel sol que timidamente se asomaba entre nubes e iluminaba toda la calle, la gente, los arboles, el cordon de la vereda, el cielo y por ultimo la ventana del bar desde donde Nicanor podia ver que la vida era algo demasiado matematico como para que la pueda comprender.
Finalmente la camarera se acerco, pero no dijo buen dia; se lo quedo mirando con asco. Talvez le hacia acordar a alguien que odiaba, o simplemente lo odiaba porque no le recordaba a nadie o porque no tenia nadie a quien recordar y menos aun odiar. Pero el caso es que los dos se miraron suficiente tiempo como para que la situacion se tornase incomoda.
" Un cafe " , pidio entre suspiros, respiros largos y un bostezo calculado que lo sacaria de tan amarga situacion. Miro otra vez la ventana y deseo que cuando volteara la chica ya no estubiese mas, le dolia demasiado la cabeza y ese maldito sol seguia castigandole las pupilas. Volteo dubitativo, se rasco la sien y observo que la chica seguia ahi parada como si nada ubiese sucedido.
" En jarrito o en pocillo?" respondio ella mirando hacia otra mesa donde otro cliente le miraba el culo sin escrupulos.
" El cafe, en pocillo por favor".
Nicanor suspiro aliviado, veia como la mesera se iba retirando de su mesa como desfilando y quejandose bajito. Volvio a mirar por la ventana, la cabeza le latia. Miro el sol, penso que el sol estaba solo, y que el tambien; entonces el era como el sol. Nicanor no estaba loco, al menos no esa mañana; solo se reconocio a si mismo.
Le seguia doliendo la cabeza y el cafe tardaba demasiado. Decidio levantarse y se fue. Ese no era un buen dia para cambiar rutinas asi que volvio a acostarse para ver si al despertarse todo se acomodaba y salia mejor.