viernes, febrero 22, 2008

De raices y razones


Entre mis silencios favoritos, tengo como preferido y mas usado el de los interrogantes sin respuesta de los álamos al viento y amantes en la noche.
Tal vez la oscuridad que mejor los acompaña sea la de luna menguante y dulce, o de ciudad a oscuras de corte eléctrico y suministro con la tristeza de la falta de pago a termino.
Y si en mitad de una nota pueda mirarte a los ojos sin pestañar y sin bostezar es que quiero quererte.
No es secreto entre los que solemos amar el silencio que las brazas de cigarrillo son grandes compañeras y suficiente refugio de la lluvia y el frío.
Así que es así como escribo, con este mareo adolescente a media mañana y sin despertar, porque a mi ventana acudió la lluvia y los gorriones se esconden de los relámpagos después de cazar mariposas y envidiar a las palomas de la plaza.
Habrá después de toda esa arena una raíz que crezca suavemente bajo el asfalto y el cemento, para buscar al sol entre adoquines.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y si en mitad de una nota pueda mirarte a los ojos sin pestañar y sin bostezar es que quiero quererte.


¿Acaso puede alguien decirme por qué motivo es que esta imagen queda dando vueltas en mi mente, e impregnada en mi retina?