lunes, diciembre 18, 2006

E! Sabina

Destaco por sobre todas las cosas la hermosísima concurrencia femenina que aunque poco tenían de “Sabineras” le pusieron mucha onda a la situación que apremiaba con un sofocante calor y una amenazante tormenta en el horizonte que finalmente cansada de advertir se despacho con toda su furia sobre una ciudad que no soporta temporales semejantes al del sábado pasado. Tampoco lo toleró el empobrecido y falto de imaginación escenario que albergaba a Don Joaquín Sabina-nunca mejor dicho “Don”- que por mas esfuerzo y empeño que ponía poco podía hacer para que no se note la falta de voz y de cuerpo que requiere cualquier artista para animarse a presentarse ante treinta mil personas que pagaron una entrada, por cierto no muy económica. Y mientras el escenario se desangraba, el publico presente (real y casi único protagonista del espectáculo) hacia de cuenta que nunca había escuchado el repertorio de canciones conocidas y repetidas, y que nunca lo había visto a Sabina vestido de traje gris y sombrero bombín y que sus músicos llevaban puesta la misma ropa que usarían en cualquier ensayo y que la escenografía nunca llego a destino igual que la iluminación y que los chistes demagogos seria repetidos seguramente con exactitud al otro día.
Todo eso sucedía mientras la cruz roja repartía o mejor dicho arrojaba a los ahogados espectadores vasitos de plástico llenos de agua del tamaño de una cafecito como un anticipo irónico de lo que después acontecería y que gracias a ello nunca en mi vida me voy a olvidar de éste show, mas por la tormenta y por la aventura en que devino que por otra cosa.
-“ me dicen que es peligroso para algunos músicos continuar con el show, vamos a ver que sucede”- fue lo ultimo que escuche salir de la voz del Andaluz al cual yo no miraba porque me estaba llendo hacia la puerta; y ahora pienso que ese hubiese sido un sabio consejo a seguir si se lo hubiesen dicho antes de que empiece el show, porque no hay nada peor para un fanático ver a su arista favorito caer presa de los mounstros contra los que él mismo alguna vez lucho.

No hay comentarios.: