Un acorde.
Luego otro que le sigue, que quiere estar con el como una sombra.
Una nota desafinada que no deja de bailar como si fuera toda una orquesta.
Otro acorde, mas triste y mas solo, no le continua ninguno.
Dos notas que se quieren y no se separan. Cantan juntas, gritan.
Lloran todos a su alrededor.
Una canción que te quiere recordar y otra que te olvida.
Un silencio finalmente y un final.
miércoles, junio 28, 2006
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