jueves, abril 21, 2005

Esa noche

La calle estaba marchitandose rapidamente; no alcanzaba la tenue luz de los faroles posados en mortoria ilera sobre aquella infinita senda, para hacer crecer ni una ilusion de primevera. Las sombras podian reconocer a sus propias sombras y los ecos cantaban libres su repetida cancion que los acerca a la desaparicion.
Esa noche Nicanor no se sentia parte de nada. Esa noche Nicanor definitivamente no era parte de nada.

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